Vivir una situación irregular o llevar adelante una unión homosexual no oscurece muchísimos aspectos de la vida de las personas que buscan ser iluminadas con una bendición y al recibirla, esto se convierte en el mayor bien posible para estos hermanos ya que dispone a la conversión.
Seguramente aquellos obispos y ministros que han estado en desacuerdo con esta Declaración no hayan vivido esta experiencia de bendecir en el contexto de la piedad popular o no hayan podido tener este diálogo previo donde se experimenta la necesidad de la misericordia de Dios en la propia vida.
La Declaración no da lugar a la confusión.
https://episcopado.org/ver/4061